En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en nuestro país era muy restringido el cambio de divisas y los aranceles de importaciòn eran muy altos, por lo cual la adquisición de equipos de música de alta calidad eran privilegio de unos pocos. La gran mayoría de los equipos disponibles en nuestro país eran fabricados y/o distribuídos por las multinacionales RCA y Philips que tenían instalaciones propias en Chile. Wagner Stein era también propietaria de la Viña San Pedro, elaboradora de vinos de alta calidad (de exportación), utilizando la franquicia que al ser exportador el generaba ingreso de divisas y podía utilizar parte de ellas en traer productos del exterior con menores aranceles, se dedicó a importar implementos electrónicos de las marcas Saba, Grundig, Telefunken, Dual y otros.

Por medio de este "trueque" en nuestro país hubo un mayor acceso a la excelente tecnología alemana. Debido a la gran demanda se instaló una fábrica en la comuna de Cerrillos, la cual funcionó por casi 20 años. Lamentablemente, debido a la apertura comercial con los países asiáticos a fines de los 70, empezarón a llegar a nuestro país equipos a menores precios que los de procedencia europea. Digo lamentablemente, pues si bien al comienzo llegaron equipos japoneses originales de buena calidad, luego fueron cambiándose por equipos chinos y koreanos y nunca más recibimos equipos alemanes de excelente calidad.

En la industria instalada en Cerrillos, se armaban equipos con componentes alemanes y se le integraban componentes chilenos con licencia alemana, radio receptores, muebles que incorporaban radio receptor y tocadiscos automático o grabadora, televisores en blanco y negro. A mediados de los años 70 fue uno de los primeras en fabricar televisores y equipos de audio transistorizados bajo la marca WST (licencia de Saba)